En determinados espacios exteriores de los inmuebles, la instalación de estructuras específicas puede hacer que se mejore la habitabilidad en todo el edificio. Con el cerramiento o acristalamiento de un porche, los usuarios conseguirán que su casa gane más metros cuadrados, una nueva estancia en la que realizar diversas actividades... una habitación que puede gozar de techos de policarbonato o estructuras de cristal templado, materiales que en todo caso permitirán el paso de la luz solar y por tanto del ahorro de energía.
En Madrid y en localidades de la Comunidad, los inquilinos podrán gozar de diversas ventajas al acristalar o cerrar su porche a través de materiales de última generación o tradicionales pero mejorados con el paso de los años. Este último caso es el del aluminio. Con cerramientos que contienen perfiles de aluminio con RPT, o rotura del puente térmico, los usuarios pueden tener en su hogar estructuras que no solo protegerán con máxima efectividad contra los fenómenos exteriores, sino que se integrarán en cualquier decoración, sea esta del tipo que sea. Con el aluminio se pueden optar a lacados, cromatismos y texturas de enorme variedad, aptos para satisfacer gran número de gustos.
El PVC es otro de los materiales elegidos para los cerramientos, pero aunque es económico y además resistente y eficiente energéticamente, resulta poco interesante en cuanto a estética. Hablando de estética y decoración, las cortinas de cristal suponen uno de los cerramientos más indicados. Son estructuras de cristal sin perfiles visibles, sin elementos centrales que estorben las claras láminas del vidrio. Siempre debe tratarse de un vidrio templado o tratado para resistir golpes. También debe tener la cualidad de, en los casos en que se rompa, desintegrarse sin peligro.
Por otro lado, puede conseguir acristalamientos de terrazas y otras salidas de los edificios, no solamente en chalets o unifamiliares, sino también en pisos, establecimientos comerciales y edificios institucionales.