La colocación de ventanas es uno de los trabajos fundamentales que han de realizarse en un inmueble, pues de ello dependerá un mejor aislamiento térmico, factor primordial para no derrochar energía ni dinero. Con la instalación de ventanas a la medida, los usuarios obtienen productos perfectos para un aislamiento efectivo contra el calor, el frío, la suciedad, el ruido... Los usuarios están en la alternativa de decidirse entre gran cantidad de productos para sus cerramientos. Entre los más habituales se encuentran el policloruro de vinilo (PVC) y el aluminio.
El montaje de ventanas a la medida se realiza frecuentemente con alguno de estos dos materiales. Si nos referimos al precio, el PVC resulta más barato que cualquier otro material solvente para cerramientos. Los materiales dedicados a este ámbito, deben poseer una mínima o casi nula conductividad térmica, para que el calor quede fuera de casa en verano y el frío en invierno. El PVC es realmente económico si lo comparamos con otros productos aislantes, y además su coeficiente de conductividad térmica es perfecto para cerrar y aislar, pero no todo son ventajas.
Uno de los inconvenientes que presenta el PVC es su estética, más limitada que en el caso del aluminio. Este último material ha ido mejorando durante los últimos años, sobre todo en cuanto a acabados. El aluminio es uno de los materiales que mejor pueden combinarse con diferentes aspectos decorativos en fachadas. Como hemos dicho, la principal cualidad que deben poseer los materiales para ventanas y cerramientos, es aislamiento térmico. Sin embargo, el aluminio para cerramientos necesita la inclusión de rotura del puente térmico, lo que no sucede con otros materiales, como el PVC.
Los especialistas también le proponen otros materiales para ventanas y para otros cerramientos, como el panel de sándwich o el policarbonato. Respecto a los cristales utilizados, puede informarse sobre el cristal templado, uno de los vidrios más resistentes y versátiles.